Biografia
Expiré
Anteriormente Jean-Michel no estuvo motivado a escribir y menos aun de las consecuencias ecológicas y sanitarias de la catástrofe de Tchernobyl.
El era un ejecutivo superior en una agencia de publicidad desde hace 18 años; cuando el principal accionista se jubila, vende sus acciones. La empresa es comprada por el holding de otro accionista; éste le propone vender dicha empresa de la cual él era responsable desde hacia un año. Por supuesto es vendida sin ninguna garantía!
Un mes después de la firma, el banco manda una carta concediéndole tres meses para cubrir las deudas pendientes (aproximadamente 1,3 millones de francos = EN EUROS).
La empresa esta endeudada hasta los dientes, los bancos no le conceden ningún tipo de préstamo, la casa es hipotecada para hacer frente a las deudas. Bastaron dos años para perder toda una vida laboral, los socios se separan, la empresa termina en liquidación judicial; las respectivas casas son adjudicadas, las cuentas son embargadas...
A Jean-Michel le quedan algunos amigos que no esperaban que le sucediera algo semejante, éstos eran los verdaderos amigos: les alquilan un estudio, les prestan un coche; les pagan las facturas de gas y electricidad, de teléfono, etc, etc.
Es entonces que Jean-Michel descubre un reportaje por la televisión acerca de los niños de Tchernobyl. Al día siguiente se pone en contacto con la Asociación en Paris, encuentra a la presidenta durante los siguientes días. Très semanas mas tarde se dirige a Ukrania.
Lo que sus ojos vieron fue peor que lo que se mostró en el reportaje de la televisión; él que había sido protegido por la comodidad de un pequeño burgués hasta los últimos meses, descubrió la miseria, el sufrimiento de los niños, la falta de medicamento, de camas, de material en las clínicas y hospitales ukranianos.
A su regreso a Francia, se documenta junto a organismos internacionales y comienza su labor sobre la situación en Ukrania, igualmente en Bielorrusia así como la Federación de Rusia.
Su trabajo es rechazado por las editoriales parisinas, dicen que esta bien documentado pero a los franceses no les interesa lo que pase a 1300 Km. de sus casas, por lo tanto, el libro no es comercial...
En esta época un personaje importante llega a Francia, Jean-Michel se dirige a la base militar de Reims para asistir a la misa. El pide al Arzobispo de Paris que escriba el prefacio de su libro así como al Monseñor Lorenzo Frana (representante de la Santa Sede en la UNESCO) y así es seguro que el libro será publicado. Al día siguiente recibe una llamada telefónica del arzobispado, Monseñor Frana se ocupa de conseguirle una audiencia con el Papa. Tres meses después, Jean-Michel se encuentra frente a su Santidad Juan Pablo II y le ofrece el manuscrito y le pide aceptar escribir el prefacio. "Nadie había osado pedir cosa igual a su Santidad" remarca un Cardenal. Le propone al Cardenal Etchegarray, pero el Papa le hace la pregunta que va a cambiar su rumbo: Ha investigado en su país, hijo mió? "No, en mi país la nube se ha quedado en la frontera pero entonces Jean-Michel...
De regreso a Francia, días después se encuentra con Monseñor Michel arzobispo de la iglesia ukraniana y le hace la misma pregunta... En ese momento pensó que el mensaje estaba claro: es en Francia donde va a realizar sus investigaciones durante los meses venideros. Las piezas del puzzle empiezan a encajar, los encuentros con los epidemiólogos, los cancerólogos qué ven que una persona hacer un registro del cáncer de la tiroides desde 1996, unos 20 años antes de la catástrofe de Tchernobyl y que acaba de hacer un balance de la década 86-96. Los reencuentros continúan. La CR-II-Rad le recibe y le revela sus documentos.
Es entonces que otro libro toma forma, un libro polémico que no puede ser más que el prefacio de un Cardenal. El azar le cruza sobre su camino un excelente personaje Don Theodore Monod; es él quien realiza el prefacio de su primer libro (octubre de 1998).
"Esa famosa nube... Tchernobyl, Francia contaminada" Desde su aparición, Jean-Michel es invitado al programa sobre Europa1, el teléfono no da a basto por las múltiples llamadas !el problema interesa a los franceses!!
A la semana siguiente, Jean-Michel coge su coche, hace unos kilómetros y la rueda de atrás se PLIE y da cinco vueltas... extraño accidente!!
La maquina se pone en marcha, enfermos de tiroides crean una asociación en febrero de 1999, Jean-Michel es nombrado miembro de honor y responsable de los contactos con la prensa.
Las emisiones de radio, los reportajes televisivos mobilizan el dossier; el libro es reeditado y se pone de actualidad, pronto los afectados deciden denunciar. Las primeras denuncias se dirigen a los ministros de la época, ellos son rápidamente alertados.
La Asociación de afectados ponen 50 denuncias, luego seguirán otras 125 y después 200 más.
El reencuentro con los afectados da origen a un segundo libro:
"Tchernobyl, hoy los franceses están enfermos"
Durante este tiempo, el 7 de julio, el estudio de Jean-Michel es destruido por un incendio provocado por un radiador eléctrico que produce un cortocircuito (no había nadie en la casa).
La investigación de Jean-Michel, su lucha motiva a la IPSN y el INVS, como él lo confirma, el presidente déla OPRI hace un estudio epidemiológico sobre las consecuencias del cáncer de tiroides en Francia. El resultado sale a la luz el 15 de diciembre del 2000, es fuertemente criticado en un capitulo del mencionado libro.
Sus trabajos de investigación hacen surgir el excelente informe de la ORS de Córcega que permanece oculto durante 14 años aproximadamente. Y COMBIEN INSTRUCTIF?
Su reencuentro con Jean Guy Talamoni, presidente de la Comisión Europea de la Asamblea Territorial da lugar a una votación: el 30 de octubre del 2000 esta Asamblea pide que sea realizado un estudio epidemiológico sobre la isla de Córcega.
Una tercera obra nace en abril del 2002:
"Tchernobyl, consecuencias en Francia:! Yo Acuso!"
Esta vez, Jean-Michel recibe ocho puñaladas... El interés de continuad es porque ha descubierto al sujeto EN CANDIDE, sin saber nada, sin emitir perjuicios a favor o en contra de las centrales nucleares.
"Su mala suerte" (de haber perdido todo) se transforma en su buena suerte. Efectivamente, habiendo perdido todo, él no tenía nada que perder y se sentía libre para lanzarse a esta aventura.
Así mismo él ha podido constatar el peso del grupo de presión nuclear; algunos médicos o profesores dan información a cambio de que no se revele sus nombres por temor a represarías.
La aventura continua con el próximo libro:
"Culpables de ser victimas"
Igualmente con el próximo libro sobre Tchernobyl y sus asombrosas revelaciones" para el vigésimo aniversario en el 2006...
"Esconded esa nube que yo no la sabre ver..."
"Esconded esa nube que yo no la veré..."